Joaquin Sabina

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Joaquin Sabina se encuentra en México para realizar la gira denominada
Ultramarina
"Creo que ese hijo de puta de George Bush perderá las próximas elecciones"
Arturo Cruz Barcenas
La Jornada
 
"¡Estaba esperando esa pregunta, carajo!", exclamó el cantante y compositor
español Joaquín Sabina ayer, en conferencia de prensa, al escuchar: "¿Cómo
ve a México y el resultado de las elecciones presidenciales?" Expresó: "La
última vez, Andrés Manuel López Obrador estaba muy bien (…) En absoluto
estoy autorizado a hablar de un proceso tan complicado. Acabo de aterrizar".
No obstante, añadió que todavía no sabe bien lo que pasa. "En aquel momento
lo apoyé -cuando López Obrador estaba arriba en las encuestas-; luego me
quedé estupefacto -por el resultado en contra-. Luego lo de la parada -el
plantón en Reforma-, que no sé si fue para bien o para mal. Creo que México
es tremendamente cambiante cada vez que uno viene. Vengo, como siempre, a
aprender. No sé nada."
 
Precisó: "Me robaré una frase de mi maestro (Joan Manuel) Serrat: que uno no
cuenta las veces que vuelve a casa. La primera vez que vine fue hace 16 o 17
años, aunque no los aparentamos -a su lado estaba su amigo y guitarrista
Pancho Varona-".
 
Tampoco sabe si en esta visita a México se reunirá, por fin, con el
subcomandante Marcos. "Hemos dado conciertos en Chiapas y ahora estaremos
otra vez. Ahí presentaremos el libro A vuelta de correo, donde podréis leer
un poema muy largo sobre todo eso."
 
Sabina se encuentra en México para realizar la gira denominada Ultramarina,
que incluye dos conciertos en el Auditorio Nacional, el 27 y 28 de octubre.
Sobre el libro que promoverá, acotó que lo anunció durante varios años.
Llegó de buen humor, muy simpático. Reía, bromeaba, hacía retruécanos y
algunos oximorones y apóstrofes. Para abrir boca: "Aquí está Pancho Varona y
yo, el idiota que va debajo del sombrero. Si no entramos en detalles…
estoy muy bien".
 
Explicó que la obra se basa en conversaciones. "Es un libro escrito a lo
largo de los años (…) No es poesía; son versos. Mis sueños de adolescente
no eran los de ser cantante, sino escribir libros de mucho culto de los que
no me llega nadie. Es decir, yo quería ser Juan Rulfo". A cada comentario
chispeante seguía su carcajada socarrona.
 
Y vinieron las preguntas del tipo: "¿Sigue siendo verdad eso de que el
universo es más ancho que tus caderas?" Respondió: "Sigo absolutamente
abierto… de piernas".
 
-¿Cree que algún día el diccionario detenga las balas?
-No creo que el diccionario detenga ninguna bala.
-¿Qué lo atormenta de México?
-No hay más que salir a la calle. Ver el caos, todo junto.
-¿Imagina su vida como poeta, en lugar de cantautor?
-A mí la palabra cantautor siempre me pareció inventada.
-Maestro…
-Si me dices maestro me salen canas.
-¿Dónde queda el rock en la vida de Sabina?
-Yo qué sé. No se puede prescindir de él, pero tampoco se lo puede poner uno
como un uniforme. En los conciertos del Auditorio Nacional habrá rocanrol.
-¿Qué opina del muro de la vergüenza, cuya construcción autorizó el gobierno
de Estados Unidos?
-Me parece vergonzoso, pero, es más, creo que ni se va a hacer, porque
ustedes no dejarán que se haga.
"¡Maldita sea la guerra!"
-¿Qué opina de que muchos de los soldados muertos en Irak sean de origen
mexicano?
-Bueno, ya antes fue en Vietnam. ¡Maldita sea la guerra! Venga de donde
venga, la haga quien la haga. Cuando comenzó lo de Irak los intelectuales y
la gente con conciencia estuvieron más bien callados y con la lengua metida
en el culo, pero ahora están empezando a reaccionar y creo que ese hijo de
puta de (George) Bush perderá las próximas elecciones.
 
Agregó que, más que poner atención en los músicos que seguirán su obra, él
está muy agradecido, "y no puedo dejar de mencionarlo", con José Alfredo
Jiménez y con Chavela Vargas, "por ejemplo".
 
Sin embargo, reconoció que hay "chavos como para quitarse el sombrero.
Panchito Varona me presentó a Julieta Venegas y a muchos más. No veo mi
huella, pero sí me siento orgulloso de que, hace 10 o 12 años, en España
empezó a haber una ola de mexicaneo. Hablo, por ejemplo, de Calamaro, de Los
Secretos, de mí. Ahí sí tuve algo que ver. De lo que viene detrás, de vez en
cuando escucho algo con mucho talento, pero me considero un poco una isla y
no tengo vocación de maestro de escuela".
 
-¿Qué piensa de eso de que del genio a la locura sólo hay un paso?
-Bueno, el problema es la locura del genio.
-¿Qué piensa de que voces femeninas canten sus canciones?
-Le he dedicado una hora al noble arte de la masturbación.
-Sabina y su gran amor por la nostalgia y la melancolía: es decir, Sabina,
ese ser de inventarios que parece estar construido por las nacionalidades
mexicana, argentina y española…
-No olvides a Cuba.
-Curiosamente a todos esos pueblos los une la eterna lucha por el
conocimiento de su sociedad. La primera pregunta sería ésa.
-¿Eso es una pregunta o un artículo de fondo? No, claro que me siento muy
unido por todas esas raíces, por esos colores y sabores. Soy un niño de
pueblo que nunca había pensado… Creía que Madrid era Nueva York, y luego
estuve en Madrid y no era Nueva York, y luego estuve en Nueva York y no era
Nueva York.
 
"Cuando finalmente empezamos a sentir -él y Varona- unas cosas que nos
enriquecían mucho era aquí y en Buenos Aires, o en Cuba."
 
Del amor, la nostalgia: "Sed piadoso. La nostalgia nunca ha sido mi amante,
ni siquiera mi amiga; la melancolía sí. No es lo mismo. Mi nostalgia está en
la canción Lo que nunca jamás sucedió. Considero que la melancolía es ese
terreno insalubre, hecho de sal y de pimienta, y de poquita azúcar, y es el
territorio donde mejor crecen las canciones, los amores, los besos, la
poesía. Creo en la memoria, no en la nostalgia".
 
Informó que respecto de escribir canciones, "como los toreros, había perdido
el sitio, pero ahora, arrastrado por Pancho y mis músicos, llevo ciento y
pico de canciones".
 
-¿Qué opina de la ola que se está dando en España de mexicanas como Paulina
Rubio, o de Alejandro Fernández…?
-Se me ocurren otros nombres.
 
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Resumen de Noticias Ambientales PNUMA/ORPALC
<enlace@pnuma.org>
25 Setiembre 2006
Sigue pendiente el Protocolo de Kyoto
http://www.jornada.unam.mx/2006/09/25/027a2pol.php
Iván Restrepo
 
En apenas poco más de un año, entre 2004 y 2005, se derritieron unos 700 mil
kilómetros cuadrados del llamado "hielo perenne" del Ártico, aquel que tiene
más de tres metros de grueso y por lo general no sufre los efectos de la
temporada de calor, la que va de mayo a septiembre. La superficie que se
derritió equivale a más de la tercera parte de la de México. A esta
preocupante noticia se suma la de que el hielo del Ártico se derrite 9 por
ciento cada década, algo inesperado por la rapidez con que sucede. Para los
científicos lo que está ocurriendo se debe, destacadamente, al calentamiento
global, que los últimos años ha acelerado también el proceso de deshielo de
las montañas cubiertas de nieve de Europa, Asia y Sudamérica.
 
Un científico que sigue de cerca el deshielo de los polos es Son Nghiem,
quien dirige en California el proyecto Laboratorio de Propulsión a Chorro y
acaba de dar a conocer sus más recientes hallazgos, los cuales coinciden con
los de sus colegas que trabajan sobre el tema en otros lugares, como Ted
Scambos, de la Universidad de Colorado, y el argentino Pedro Skvarca. Ellos,
como otros, sostienen que el cambio climático ya causa variaciones extremas
en la agricultura, la vida marina, la temperatura media en el campo y las
ciudades, e incide determinantemente en la frecuencia e intensidad de los
huracanes.
 
Una pequeña muestra de lo que sucede la da Inglaterra, que comienza a gozar
de mejores condiciones climáticas para producir vid, lo cual también ocurre
en España, Italia, Portugal y Francia. Hay más calor en las áreas
vitivinícolas y esto aumentará la producción, lo cual traerá problemas a
nivel de mercado por la sobreoferta del producto. Esto no quiere decir que
mejore la calidad del vino de Inglaterra, excelencia que sigue
correspondiendo a los países mediterráneos, con Francia en primer lugar.
 
En contraste, en India, China y los países de África y América Latina el
aumento de temperatura origina cambios radicales en la producción de
alimentos básicos. Destacadamente maíz y arroz. Por principio, obtenerlos
demandará mayor cantidad de agua y combatir plagas que pueden ser más
nocivas. Aunque los avances tecnológicos son continuos, no se reflejarán en
el abatimiento de los costos agrícolas, lo que afectará a los campesinos
pobres, que son mayoría en los lugares antes citados y no cesan de crecer en
número.
 
Pero mientras en ciertas regiones se necesitará más agua y otros insumos
para la siembra, el cambio climático puede beneficiar a otras donde ahora
las bajas temperaturas impiden procesos agropecuarios de mayor intensidad.
 
Es el caso de las situadas más al norte y el sur del planeta. Sin embargo,
los científicos y las instituciones dedicadas a calcular pros y contras del
cambio aún no miden los daños y los beneficios que se tendrán a nivel global
con más calor, más lluvias, sequías y huracanes intensos y frecuentes.
Tampoco saben en qué grado los mares están absorbiendo monóxido de carbono,
pero sí que a medida que el agua se calienta lo absorbe menos, además de
afectar la cantidad y la calidad de fauna y flora marinas.
 
Se desconocen igualmente los efectos de la variación de la temperatura de la
corriente del Golfo de México sobre los países del oeste de Europa. Esa
corriente hace que tengan mejor clima que los demás de dicho continente.
 
Pero sí se sabe que los países situados en los trópicos, como México,
sufrirán más por el aumento del nivel del mar, fenómeno que se intensificó
desde hace dos décadas y es ahora de 4 milímetros anuales.
 
Mientras Estados Unidos se sitúa como el principal contribuyente al cambio
climático, otras dos potencias lo hacen también cada vez más notablemente
con consecuencias muy negativas: China e India, empeñadas en crecer
económicamente a cualquier costo. En cuanto a México, termina un sexenio más
sin programas que nos lleven a cumplir lo que dispone el Protocolo de Kyoto
y prevenir, de paso, los daños que seguirá ocasionando el cambio climático
en diversas partes del país. Nada bueno nos espera.
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